Por fin ha llegado la primavera...

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LA PRIMAVERA
POR FIN ESTÁ AQUÍ....

Los seres humanos cambiamos y crecemos de forma natural, como lo hace la naturaleza, pero a veces la vida puede ser un reto. En estos casos, es esencial volver a conectar con tus sentidos, con tu corazón, con tus raíces y con tus relaciones de forma confiada.

A veces nos encontramos en situaciones en las que necesitamos despertar todo nuestro potencial y superar lo que nos desafía. En términos psicológicos, la resiliencia es la capacidad que tiene un ser humano de recuperarse rápidamente de las dificultades. En términos físicos, la resiliencia es la capacidad de una sustancia u objeto para recuperar su forma (elasticidad).

Imagina sólo por un segundo que cualquier persona en el mundo, más allá de cualquier circunstancia difícil en la que se encuentre, puede encontrar el equilibrio de nuevo en su cuerpo y en su mente y transformar la vulnerabilidad en fortaleza. ¿No suena a utopía? Creo que esta capacidad de recuperación es inherente al ser humano y si tenemos la suficiente voluntad y confianza podemos experimentar sus beneficios. Un claro ejemplo de ello son los expatriados y refugiados. Cuando me reúno con ellos en mi clínica, puedo sentir su respeto y gratitud por la vida, sin importar lo duro que la vida les haya tratado (guerra, enfermedad, acoso de la pobreza, abuso sexual o de drogas,...). Conscientemente o
inconscientemente deciden parar esa lucha y elegir lo mejor que la vida les ofrece. Se vuelven receptivos y agradecidos, todo lo que reciben
en la vida es un regalo (trabajo, relaciones, un lugar donde vivir,...), no un cumplimiento de la demanda, y nada se da por sentado. Por lo tanto, en lugar de permitir que la ira,
el miedo o la tristeza se apoderen de ellos, eligen esa elasticidad, se adaptan y valoran el lugar y las circunstancias en las que se encuentran. Lo mismo puede decirse de los saharauis que conocí cuando visité los campos de refugiados de Argel, tenían una sonrisa en la cara y en el corazón, a pesar de las circunstancias políticas y sociales discriminatorias
en las que tenían que vivir. Carecían de todo tipo de recursos, habían perdido familiares en la guerra e incluso el territorio donde solían vivir. Pero a pesar de todo, nunca perdieron la esperanza, la confianza y el agradecimiento por cualquier pequeña ayuda que pudieran recibir. Asombroso y
admirable, ¿verdad?

Sean cuales sean las circunstancias, nunca estamos solos, y si lo estamos siempre hay una opción: compartir, llamar, pedir que nos vean o que nos escuchen y comprendan. El poder de pedir ayuda y apoyo es en sí mismo curativo: La clave está en aceptar la vulnerabilidad. La vulnerabilidad forma parte de la fortaleza y tenemos que permitir que colaboren en lugar de competir. Muchos de mis clientes, la mayoría de ellos expatriados afincados en Dinamarca, se ponen ansiosos o se deprimen porque ya no son tan fuertes, rápidos o inteligentes como antes. Porque les ha ocurrido algo traumático en la vida que les ha quitado el valor. Sus elevadas exigencias no les ayudan, en lugar de culparse a sí mismos deberían ser compasivos y cariñosos consigo mismos.


La crítica interior es el peor obstáculo que alguien puede encontrarse. Introducimos valores y exigencias acordes con nuestra cultura, familia y educación y nos olvidamos de nuestros instintos e intuición; perdemos la confianza en nuestra sabiduría; olvidamos que podemos desarrollar nuestras acciones y valores de forma constructiva con nosotros mismos y con los demás. La aceptación y el amor son las claves principales para iniciar el proceso de curación. Cuando alguien recibe cariño y apoyo, las viejas heridas de
se curan mucho más rápido. De esto trata mi trabajo, y que alguien pueda hacer una elección y un contrato consigo mismo para sentirse mejor es una realidad
y una verdad que me gustaría compartir con todo el mundo.

Si quieres intentarlo y experimentar la vida de forma significativa, te animo a que inicies un proceso de desarrollo personal. Los beneficios de este compromiso contigo mismo te permitirán reencontrarte con todo tu potencial y conseguir los siguientes beneficios:

- Explora tu interior con curiosidad y no con miedo.

- Identifica tus auténticas necesidades y sé capaz de satisfacerlas sin juzgarte ni avergonzarte. Regálate alegría y placer. Confía en que realmente te lo mereces.

-Aliviarel dolor de viejas heridas. Es hora de integrar lo sucedido, dejar ir y permitirse vivir el presente.

- Desarrolla tu creatividad e intuición. Encuentra nuevas actividades y personas que te inspiren y confía en que eres capaz de hacer todo lo que siempre has soñado.

- Encuentra la paz y la estabilidad. Despega y aterriza, vuela y vuelve a tu centro. Sé dinámico con tu mente, tus emociones y tu cuerpo. Recuerda que la resiliencia y la autorregulación son hechos físicos y psicológicos demostrados.

- Toma conciencia de tus emociones, valídalas y no permitas que te gobiernen. Nútrete y cuídate.

La sombra y la luz siempre estarán ahí; la clave está en cómo las utilizamos. Son partes esenciales del Ser. El poder está en el proceso.
Todos podemos tender puentes para conectar visiones reales e ideales del mundo. Encuentra el valor para hacer que tus sueños florezcan como las flores en primavera. Deja que tu esencia
brille y se expanda sin limitaciones como el amanecer.

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